Ella misma, una cámara fotográfica y algo de atrezo es la materia prima que Cindy Sherman ha necesitado para añadir su nombre al elenco de los grandes fotógrafos de la segunda mitad del siglo XX.
A través de 180 fotografías que reflejan su alma y su físico cambiante, al que somete para llevar a cabo ejercicios conceptuales cargados de influencias tanto del cine como de la fotografía y de la historia del arte.
Tenia diferentes series (esta fue una de las primeras que hizo):
Cindy también presento una serie de payasos
lo que mas presentó fueron autorretratos en los que imitaba personas inexistentes. se maquillaba, se ponía pelucas, prótesis...
En todas sus obras podemos observar que lo que Cindy Sherman pretende es contar una historia, que te imagines un contexto a partir de su imagen.











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